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  • 22 de octubre de 2018
  • Contribuido por Zawn Villines

Un niño con una camisa azul se sienta contra una pared azul, cubriéndose las orejas con ambas manos. Los golpes en la cabeza, las bofetadas, los rasguños y otros comportamientos autolesivos (SIB, por sus siglas en inglés) son comunes entre los niños que se sienten frustrados. Según United Cerebral Palsy, hasta el 20% de todos los niños pequeños se golpean la cabeza con frustración. El comportamiento es común y se considera típico del desarrollo hasta que el niño tiene aproximadamente cuatro años de edad. Entre las personas autistas, la autolesión es aún más común, y puede persistir más adelante en la infancia e incluso en la edad adulta. Un análisis de 2016 encontró que el 27,7% de los niños autistas de ocho años participaron en golpes de cabeza o acciones similares.

El comportamiento autolesivo puede ser alarmante para los padres y cuidadores. También puede conducir a un juicio frustrante y doloroso de los espectadores. En la mayoría de los casos, la autolesión no causa daños graves, como conmociones cerebrales o heridas que ponen en peligro la vida, aunque algunas personas autistas se lesionan gravemente.

SIB es un síntoma de un problema subyacente. Los padres, cónyuges, amigos y otras personas involucradas en el bienestar de las personas autistas deben buscar la motivación subyacente. Comprender las emociones y frustraciones que desencadenan la autolesión es la ruta más rápida para ponerle fin.

Causas comunes de Comportamiento Autolesivo en el autismo

Las personas en el espectro autista procesan la información, las emociones y la información sensorial de manera diferente a los individuos neurotípicos. Si bien la experiencia de cada persona autista es ligeramente diferente, algunas características del autismo que aumentan el riesgo de autolesión incluyen:

Sobrecarga sensorial

El autismo puede hacer que una persona sea altamente sensible a la información sensorial. Pueden sentirse abrumados por ruidos fuertes, encontrar ciertas texturas intolerables o ser incapaces de concentrarse en ciertos ambientes. Un pequeño cambio en el entorno sensorial de una persona autista puede sentirse como una tortura. Algunas personas autistas se autolesionan por frustración cuando los estímulos sensoriales se vuelven abrumadores. Otros se autolesionan como contrapeso físico a la entrada sensorial dolorosa.

Falta de control

Los niños autistas y neurotípicos pueden autolesionarse en la frustración cuando tienen poco control sobre su entorno. Por ejemplo, un niño obligado a jugar con los juguetes que sus padres eligen en lugar de los juguetes que desean puede golpearse la cabeza. Las nociones obsoletas sobre cómo apoyar a los niños con autismo a veces abogan por la restricción o el castigo. Esto puede desencadenar autolesiones en algunos niños.

Refuerzo

Los padres y los transeúntes pueden reforzar inadvertidamente SIB prestando más atención al niño mientras intentan detener el comportamiento. También pueden recompensar a un niño inmediatamente después de que deje de autolesionarse. Esta táctica puede ser contraproducente y reforzar la acción en sí en lugar del acto de detenerse.

Dolor

El autismo está vinculado a una serie de otras afecciones y síntomas. Por ejemplo, los niños autistas tienen más probabilidades de tener problemas gastrointestinales. Para algunos niños, la autolesión es una forma de sobrellevar o distraer el dolor. Un estudio de 2017 argumenta que algunos síntomas físicos del autismo, como el malestar estomacal, probablemente se deban al estrés en lugar de a una afección médica subyacente. Esto sugiere que las experiencias estresantes y el estrés crónico pueden jugar un papel en la SIB.

Cambios químicos

La investigación sugiere que la SIB y otras formas de autolesión pueden hacer que el cuerpo libere sustancias químicas para sentirse bien llamadas opioides endógenos. Esto significa que la autolesión puede ser una fuente de placer. Para una persona que experimenta estrés o dolor, la descarga química placentera asociada con la autolesión puede ser atractiva. (Esta teoría se aplica tanto a las personas autistas como a las neurotípicas.)

Cambios ambientales

El autismo a menudo hace que una persona anhele la rutina, el orden y el control. Por lo tanto, cuando su entorno cambia, su horario es caótico o no pueden seguir con su rutina habitual, pueden autolesionarse para sobrellevarlo.

Cómo ayudar a una Persona Autista Que Se Autolesiona

Hace una generación, muchos consejos sobre cómo manejar los desafíos relacionados con el autismo se centraron en recompensas y castigos. Ahora, con el advenimiento de las comunidades de auto-defensa del autismo, los individuos autistas pueden opinar sobre varias estrategias. La abrumadora mayoría de las personas autistas y los defensores del autismo se oponen firmemente a los castigos. Muchos también han expresado su preocupación por las recompensas, especialmente cuando la persona que da la recompensa no hace nada para abordar la causa subyacente del comportamiento.

Los padres y otras personas que cuidan a una persona autista deben ver SIB como comunicación. Algunas estrategias que pueden ayudar incluyen:

  • Un cambio en la estrategia de crianza de los hijos. Las personas autistas a menudo prosperan en orden y rutina. Las estrategias de crianza que apoyan esta necesidad pueden minimizar la SIB. Un estudio de 2006 encontró que una intervención de crianza basada en la atención plena mejoró las habilidades de crianza, ayudó a los padres a sentirse más competentes y redujo la agresión y las autolesiones.
  • Ofrece más control sobre el entorno. Varios estudios han demostrado que dar a las personas autistas más opciones y más capacidad de acción puede reducir las lesiones autoinfligidas. Por ejemplo, en lugar de decirle a un niño lo que va a comer para la cena, ofrézcale dos o tres opciones.
  • Abordar problemas sensoriales subyacentes. La sobrecarga sensorial puede ser intensa y dolorosa. Los padres y otros cuidadores deben trabajar para identificar y comprender los desencadenantes sensoriales de su hijo. Los defensores recomiendan eliminar o reducir estos desencadenantes lo antes posible. Muchas personas autistas no pueden funcionar ni concentrarse hasta que sus desencadenantes desaparezcan. Algo tan simple como comprar calcetines sin costuras podría marcar una diferencia significativa.
  • Evitar reforzar inadvertidamente el comportamiento. No grite, castigue ni desvíe inmediatamente su atención a un niño autista que se autolesiona. Algunos niños autistas se sienten crónicamente ignorados y han aprendido que la autolesión es la única manera de llamar la atención de un cuidador. Invierta este ciclo escuchando atentamente cuando un niño autista intenta comunicarse, pero minimizando la atención durante los momentos de autolesión.

Autoayuda para Personas Autistas Que se involucran en Comportamientos Autolesivos

Algunas personas autistas sienten un impulso abrumador de autolesionarse, incluso cuando hacerlo les causa dificultades en el hogar, el trabajo, la escuela y en amistades o relaciones románticas.

El terapeuta adecuado puede ayudar a una persona autista a abogar por sí misma, construyendo un entorno que se sienta seguro y saludable.La corrección de la SIB comienza con la comprensión de lo que la causa. Trate de preguntarse qué desencadenantes tienen más probabilidades de provocar SIB? Luego, explora cómo te sientes mientras te autolesiones. ¿Causa sentimientos de alivio? ¿Placer? La distracción? Identificar lo que obtiene de SIB puede ayudarlo a comenzar a cultivar alternativas saludables. Por ejemplo, la meditación puede ayudar a sentirse tranquilo en respuesta al estrés, mientras que el ejercicio puede ayudar a sentirse nervioso o frustrado.

Las personas autistas a menudo encuentran apoyo y ayuda de grupos de autoayuda y defensa de autistas. Estos grupos ven el autismo como una identidad en lugar de una discapacidad o enfermedad. Dicen que el autismo es una lente única a través de la cual se puede ver el mundo. La participación en un grupo de este tipo puede ayudar a una persona autista a cultivar nuevas fortalezas y encontrar alternativas saludables para manejar los sentimientos desafiantes.

Medicamento para Autolesiones Autistas

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) no ha aprobado ningún medicamento específico para prevenir la SIB. Sin embargo, una serie de medicamentos pueden ayudar a tratar las causas subyacentes de la SIB:

  • Antipsicóticos: La FDA ha aprobado antipsicóticos como la risperidona para tratar la irritabilidad relacionada con el autismo. Reducir la ira puede reducir la necesidad de usar SIB como una salida. Sin embargo, los antipsicóticos a menudo empeoran la ansiedad. Debido a que muchas personas autistas ya luchan con la ansiedad, a menudo es mejor probar otros medicamentos primero.Antidepresivos: Algunos antidepresivos pueden ayudar con la ansiedad, la depresión, la irritabilidad y la agresión.Agonistas opioides: Medicamentos como la naltrexona contrarrestan los efectos de los opioides en el cerebro. Las investigaciones sugieren que la naltrexona puede reducir el placer que experimenta una persona autista al autolesionarse, lo que potencialmente puede detener el comportamiento.

Terapia para autolesionarse en Personas del Espectro

La terapia puede ayudar a las personas autistas que se autolesionan, así como a sus cónyuges, padres y otros seres queridos. Un terapeuta puede trabajar con un individuo para identificar los desencadenantes de la SIB y cultivar alternativas más saludables. El terapeuta adecuado puede ayudar a una persona autista a abogar por sí misma, construyendo un entorno que se sienta seguro y saludable.

El asesoramiento familiar ayuda a las familias a comprender mejor el autismo y a disipar los mitos sobre el espectro. Esto puede ayudar a los padres a apoyar mejor a sus hijos, fomentar la comunicación entre hermanos autistas y neurotípicos, y ofrecer un espacio seguro para que cada miembro de la familia elabore estrategias y comparta sus preocupaciones.

El asesoramiento para parejas puede ayudar a las personas autistas y a sus parejas a comprender las emociones de los demás. Esto fomenta una mejor comunicación, reduce la frustración y ofrece una mayor intimidad.

Si usted o un ser querido desea apoyo, puede encontrar un terapeuta aquí.

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