La Crónica Anglosajona registra que Ælla se convirtió en rey en 560. Anacrónicamente, el nombre de su reino se da como Northumbria, pero la región en realidad estaba dividida entre Deira y Bernicia en ese momento. El reino de Ælla es identificado por Beda como Deira, el uso de Northumbria podría basarse en una tradición según la cual el rey anglo más poderoso de la región reclamaría ese título. Ælla era casi seguro un pagano, cuando el Papa Gregorio Magno se encontró con dos niños ingleses de piel pálida (Deirans) en un mercado de esclavos en Roma, se dice que comentó que «no eran Ángeles, sino ángeles, si eran cristianos». (Non Angli, sed angeli, si forent Christiani.): 117) y al enterarse de que el rey de Deira era Ælla, dijo: «El aleluya debe cantarse en esa tierra».
Hay cierta confusión con respecto a la hora y la forma de la muerte de Ælla. La Crónica informa que» falleció » en 588, aunque una fuente posterior se expande y dice que fue asesinado por Etelfrido, hijo de Etelrico, el antiguo rey de Bernicia. Este relato es contradicho por Beda, quien dice que Aella todavía era rey en 597 cuando Agustín de Canterbury llegó a Gran Bretaña. En cualquier caso, después de la muerte de Ælla, su familia se vio obligada a huir cuando los gobernantes de Bernicia tomaron el control del reino.