Órgano de Jacobson, también llamado órgano vomeronasal, un órgano de quimiorrecepción que forma parte del sistema olfativo de anfibios, reptiles y mamíferos, aunque no se presenta en todos los grupos de tetrápodos. Es un parche de células sensoriales dentro de la cámara nasal principal que detecta partículas de olor cargadas de humedad. Los olores en el aire, por el contrario, son detectados por las células sensoriales olfativas ubicadas en las cámaras nasales principales. Algunos grupos de mamíferos también inician un comportamiento conocido como la respuesta del hombre de las pulgas, en la que el animal facilita la exposición del órgano vomeronasal a un olor o feromona abriendo la boca y rizando el labio superior durante la inhalación.
Este órgano fue nombrado por su descubridor, el anatomista danés Ludvig Levin Jacobson, en 1811. Es una estructura pareada; en las etapas embrionarias de todos los tetrápodos, cada mitad surge como una evaginación del piso de un saco nasal. En crocodilianos, tortugas, aves, cetáceos y muchos primates avanzados completamente desarrollados, esta estructura está ausente o sustancialmente subdesarrollada. Para la mayoría de los tetrápodos que poseen un órgano de Jacobson, los conductos conectan el órgano directamente a la cavidad nasal; sin embargo, en escamas (lagartos y serpientes), cada órgano se abre en el techo de la cavidad bucal (boca). La lengua transporta partículas de olor desde el exterior a la boca. Es posible que algunas partículas adheridas a la parte superior de la lengua entren en las aberturas vomeronasales en el techo de la boca. También es posible que las partículas adheridas a varias partes de la lengua se mezclen con fluidos ya presentes en la boca antes de que parte de este fluido cargado de partículas sea empujado hacia las aberturas vomeronasales por presión hidráulica causada por los movimientos similares a los pistones de la lengua. Después de que estas partículas llegan al órgano, algunos de los compuestos químicos que contienen se unen a moléculas receptoras y se envían mensajes sensoriales al cerebro.
El órgano de Jacobson es útil en el proceso de comunicación de mensajes químicos, como la preparación para la actividad sexual, entre miembros de la misma especie. El órgano ayuda a las serpientes a cazar y rastrear a sus presas. Muchas pruebas sugieren que este órgano también puede estar involucrado en la detección de señales químicas relacionadas con la agresión y la territorialidad. Véase también quimiorrecepción.