El modelo de codificación de percepción facial basado en normas postula que la percepción facial implica una comparación implícita de las caras observadas con una representación de una cara promedio (prototipo) que está moldeada por la experiencia. Usando algunos métodos, los observadores con trastorno del espectro autista (TEA) han mostrado una percepción facial atípica, pero otros métodos sugieren una percepción facial preservada. Aquí, utilizamos un paradigma de efectos secundarios figurativos para probar si los adultos con TEA mostraron evidencia de codificación de caras basada en normas, y si codifican prototipos separados para caras masculinas y femeninas, como lo hacen los observadores típicos. Después de una exposición prolongada a caras distorsionadas que difieren de su prototipo almacenado, los adultos neurotípicos muestran efectos secundarios: su prototipo cambia en la dirección de la cara de adaptación. Medimos los efectos secundarios después de la adaptación a un género distorsionado. No hubo diferencias significativas de grupo en el tamaño o la dirección de los efectos secundarios; ambos grupos mostraron efectos secundarios selectivos por sexo después de adaptarse a rostros femeninos expandidos, pero mostraron efectos secundarios para ambos sexos después de adaptarse a rostros contraídos de ambos sexos, lo que demuestra que los adultos con y sin TEA muestran evidencia de prototipos de rostros masculinos y femeninos parcialmente disociables. Este es el primer estudio que examina prototipos selectivos por sexo utilizando efectos secundarios figurativos en adultos con TEA y replica los hallazgos de estudios anteriores que examinan efectos secundarios en adultos con TEA. Los resultados contrastan con los estudios que reportan una adaptación disminuida en niños con TEA.