Las complicaciones de la deglución de un diagnóstico de disfagia se identifican típicamente dentro de dos tipos de ocurrencias anatómicas: orofaríngea («disfagia alta»), relacionada con un problema neurológico en la boca y/o la garganta; o esofágica («disfagia baja»), relacionada con un problema físico en el esófago, a menudo agravado por una obstrucción o irritación.1
Explorar y analizar la etiología y la patogénesis específicas de la disfagia orofaríngea (OPD) en las poblaciones de cuidados paliativos ha revelado determinaciones clave relacionadas con este trastorno de la deglución 2, entre ellas:
1. El proceso orofaríngeo se clasifica como la fase activa de la deglución. Esta acción compleja incluye el inicio de la deglución, exprimir alimentos y/o sustancias hacia la región torácica y sellar las vías respiratorias para evitar que los alimentos o líquidos entren en las vías respiratorias (lo que resulta en la aspiración) y/o para evitar el atragantamiento.3
2. OPD definido. La disfagia orofaríngea abarca problemas en la fase preparatoria oral de tragar (masticar y preparar el alimento), la fase oral (mover el alimento o el líquido posteriormente a través de la cavidad oral con la lengua hacia la parte posterior de la garganta) y la fase faríngea (tragar el alimento o el líquido y moverlo a través de la faringe hasta el esófago).4
3. La OPD se caracteriza por la dificultad para iniciar una deglución. Este desafío inicial a menudo se corresponde con aspiración, regurgitación nasofaríngea y una sensación de comida residual en la faringe.5
4. La OPD ocurre con frecuencia después de procedimientos de cirugía torácica. De acuerdo con un estudio reciente, los pacientes particularmente en riesgo incluyen aquellos sometidos a abuso de tabaco preoperatorio, reflujo gastroesofágico y procedimientos de bypass cardiopulmonar.6
5. La endoscopia por fibra óptica y la videofluoroscopia se han convertido en el estándar de oro del diagnóstico OPD.»Estas tecnologías se aplican típicamente para medir la tasa de éxito / fracaso de la terapia de disfagia orofaríngea. Las aplicaciones y prácticas de diagnóstico adicionales incluyen una evaluación de evaluaciones clínicas, como las clasificaciones de gravedad de la disfagia o el estado dietético.7
6. La OPD afecta a pacientes de todas las edades. Aunque prevalente en los ancianos, la OPD también está bien documentada en demografía de 18 a 45 años, así como en adolescentes menores de 18 años. Los niños, en particular los afectados por trastornos neurológicos como la parálisis cerebral, pueden ser susceptibles a la OPD y sus efectos.8
Comprender las ramificaciones de salud de la OPD es fundamental para los protocolos de tratamiento preventivos y continuos.9 La investigación en curso proporcionará una mejor comprensión clínica sobre los enfoques comunes que se pueden aplicar como remedios a corto y/o largo plazo para el trastorno de la deglución.10