Objetivos: Este estudio investigó los efectos a corto plazo del tabaquismo sobre la función hemodinámica, la distensibilidad y la conformidad de las arterias grandes en fumadores habituales. Además, no se midió el efecto del tabaquismo en los no fumadores, pero se compararon las propiedades de la pared de los vasos sanguíneos entre fumadores y no fumadores (estado basal).
Antecedentes: Fumar es un factor de riesgo bien conocido para la aterosclerosis. La pérdida de la distensibilidad y el cumplimiento de las arterias grandes puede desempeñar un papel en la aparición de la aterosclerosis.
Métodos: Los coeficientes de distensibilidad y cumplimiento de las arterias carótidas y braquiales comunes se determinaron a partir del desplazamiento de la pared arterial durante la sístole y el diámetro diastólico final mediante el uso de un detector de movimiento de la pared vascular y de la presión de pulso evaluada en la parte superior del brazo. La función cardíaca (gasto cardíaco, volumen de ictus) se midió con ecocardiografía Doppler. La resistencia vascular sistémica se calculó como la presión arterial media dividida por el gasto cardíaco.
Resultados: En los fumadores habituales, fumar un cigarrillo causó un fuerte aumento de la presión arterial (6%) y la frecuencia cardíaca (14%). El índice cardíaco aumentó (16%), principalmente debido al marcado aumento de la frecuencia cardíaca. Los índices de resistencia vascular sistémica y a los accidentes cerebrovasculares no cambiaron significativamente. Fumar aumentó el flujo sanguíneo del antebrazo después de la oclusión de la muñeca (17%), pero el flujo sanguíneo total del antebrazo no se modificó, lo que sugiere un aumento en el flujo sanguíneo muscular y una disminución en el flujo de la piel. Debido a la presión arterial más alta, el diámetro de la arteria carótida común elástica aumentó en un 3% (fenómeno pasivo). La distensibilidad de la arteria carótida disminuyó (7%) y, como resultado, se preservó la conformidad carotídea. En contraste, a pesar de la presión arterial más alta, el diámetro de la arteria braquial muscular no cambió, lo que sugiere un aumento del tono vascular. La distensibilidad braquial y la conformidad disminuyeron (18% y 19%, respectivamente). Los fumadores habituales fueron comparables a los no fumadores con respecto a la presión arterial, la función cardíaca, la resistencia vascular y las propiedades de la pared vascular de las arterias grandes. La frecuencia cardíaca fue mayor en los fumadores habituales (14%).
Conclusiones: Estos datos indican que, en fumadores habituales, fumar un cigarrillo provoca aumentos a corto plazo de la rigidez de la pared arterial que podrían ser perjudiciales para la arteria y aumentar el riesgo de rotura de placa. A excepción de una frecuencia cardíaca más alta, no se observó ningún efecto obvio a largo plazo del tabaquismo sobre las variables hemodinámicas y la rigidez arterial. Debido a que los eventos cardiovasculares agudos se deben principalmente a la ruptura de placa, los efectos a corto plazo del tabaquismo podrían ser un riesgo más importante que los efectos a largo plazo para estos eventos isquémicos agudos.