La enfermedad de Pelizaeus-Merzbacher es una afección hereditaria que afecta al cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central) que afecta principalmente a los hombres. Esta enfermedad pertenece a un grupo de trastornos genéticos llamados leucodistrofias. Las leucodistrofias son afecciones que involucran anomalías de la sustancia blanca del sistema nervioso, que consiste en fibras nerviosas cubiertas por una sustancia grasa llamada mielina. La mielina aísla las fibras nerviosas y promueve la transmisión rápida de los impulsos nerviosos. En particular, la enfermedad de Pelizaeus-Merzbacher implica hipomielinización, lo que significa que el sistema nervioso tiene una capacidad reducida para formar mielina. Como resultado, la función neurológica general se reduce.
La enfermedad de Pelizaeus-Merzbacher se divide en los tipos clásico y connatal (presente desde el nacimiento). Aunque estos dos tipos difieren en gravedad, sus características pueden superponerse.
La enfermedad de Pelizaeus-Merzbacher clásica es el tipo más común. Durante el primer año de vida, los afectados con la enfermedad clásica de Pelizaeus-Merzbacher suelen experimentar tono muscular débil (hipotonía), movimientos involuntarios de los ojos (nistagmo) y retraso en el desarrollo de las habilidades motoras, como sentarse o agarrar objetos. Algunas personas pueden caminar con ayuda. A pesar de estos problemas neurológicos, las habilidades intelectuales y motoras se desarrollan durante la infancia, pero el desarrollo generalmente se detiene alrededor de la adolescencia, y estas habilidades se pierden lentamente (regresión del desarrollo). A medida que la afección empeora, el nistagmo generalmente desaparece, pero se desarrollan otros trastornos del movimiento, como rigidez muscular (espasticidad), problemas con el movimiento y el equilibrio (ataxia), temblores de cabeza y cuello (titubación), tensión involuntaria de los músculos (distonía) y movimientos espasmódicos (coreiformes).
La enfermedad de Pelizaeus-Merzbacher connatal es el más grave de los dos tipos. Los síntomas pueden comenzar en la infancia e incluir problemas con la alimentación, poco aumento de peso y crecimiento lento, respiración aguda causada por una vía respiratoria obstruida (estridor), nistagmo, dificultades progresivas del habla (disartria), ataxia grave, hipotonía y convulsiones. A medida que la afección empeora, los niños afectados desarrollan espasticidad que conduce a deformidades articulares (contracturas) que restringen el movimiento. Los individuos con enfermedad de Pelizaeus-Merzbacher connatal nunca son capaces de caminar, y muchos no son capaces de usar sus brazos a propósito. También tienen problemas para producir el habla (lenguaje expresivo), pero generalmente pueden entender el habla (lenguaje receptivo).