Cuando se trata de invertir, el riesgo y la recompensa van de la mano. La frase «sin dolor, no hay ganancia» se acerca a resumir la relación entre el riesgo y la recompensa. No deje que nadie le diga lo contrario: todas las inversiones implican cierto grado de riesgo. Si planea comprar valores, como acciones, bonos, fondos mutuos o ETF, es importante que comprenda que podría perder parte o la totalidad del dinero que invierte.
La recompensa por asumir riesgos es el potencial de un mayor retorno de la inversión. Si tiene un objetivo financiero con un horizonte de tiempo largo, puede ganar más dinero invirtiendo cuidadosamente en activos de mayor riesgo, como acciones o bonos, que si se limita a activos menos riesgosos. Por otro lado, las inversiones en efectivo de menor riesgo pueden ser apropiadas para los objetivos financieros a corto plazo.
Un inversor agresivo, o uno con una tolerancia de alto riesgo, está dispuesto a arriesgarse a perder dinero para obtener resultados potencialmente mejores. Un inversor conservador, o uno con una tolerancia de riesgo baja, favorece las inversiones que mantienen su inversión original.
Muchos sitios web de inversión ofrecen cuestionarios en línea gratuitos para ayudarlo a evaluar su tolerancia al riesgo. Algunos de los sitios web incluso estimarán las asignaciones de activos en función de las respuestas a los cuestionarios. Si bien las asignaciones de activos sugeridas pueden ser un punto de partida útil, tenga en cuenta que los resultados pueden estar sesgados hacia productos o servicios financieros vendidos por empresas o individuos que patrocinan los sitios web.