Sin embargo, eventos, como cargas cíclicas anormales, micromoción de implantes, ambientes ácidos y sus efectos conjuntos, pueden resultar en una descomposición permanente de la película de óxido, lo que puede conducir a la exposición del metal a granel a un electrolito.
La corrosión de los implantes dentales de titanio se ha asociado con el fallo del implante y se considera uno de los factores desencadenantes de la periimplantitis.
La corrosión de los implantes dentales es preocupante, ya que en este proceso se genera una gran cantidad de iones metálicos y residuos, cuya acumulación puede provocar reacciones tisulares adversas en el entorno oral. En resumen, los principales eventos relacionados con la degradación del implante de Ti en el entorno oral parecen estar relacionados con: (1) factores electroquímicos, acidez causada por la presencia de procesos inflamatorios, bacterias orales o el uso de soluciones que pueden atacar la superficie del implante; (2) factores mecánicos, inducidos por cargas mecánicas que pueden conducir a un desgaste excesivo de la superficie y (3) acción sinérgica de factores electroquímicos y mecánicos (tribocorrosión).