El primer hijo de un actor y actriz, Casanova nació en Venecia. Se propuso interpretar la comedia de la vida con un papel corto como eclesiástico, pero fue expulsado del seminario en 1743. Encontró refugio en Roma con el cardenal Acquaviva, el primero de sus muchos y poderosos protectores. En 1745 regresó a Venecia, donde practicó la magia. Obligado a huir de la persecución por dedicarse a las artes negras, Casanova se desplazó de ciudad en ciudad. En Lyon en 1750 se unió a los Francmasones, una lealtad que le dio apoyo en los círculos nobles y de libre pensamiento de la cosmopolita Europa. El juego, la especulación y las actividades amorosas marcaron su primera estancia en París (1750-1753). Su suerte se mantuvo hasta 1755, cuando fue encarcelado en Venecia por «magia negra, libertinaje y ateísmo».»Su espectacular fuga aparece en la única parte de sus memorias que apareció durante su vida (1788).
Los años 1756-1763 trajeron a Casanova sus éxitos más brillantes en una sociedad dedicada a los juegos de amor y azar. Voltaire, a quien conoció brevemente, lo juzgó una «mezcla de ciencia e impostura», una combinación sospechosa que, sin embargo, puso en contacto a Casanova con Federico II y Catalina la Grande.
El propio Casanova dividió su vida en «tres actos de comedia.»El segundo, que pensó que duraría de 1763 a 1783, era menos divertido que el primero. Los protectores estaban menos dispuestos, y a medida que el brillo del aventurero se desvanecía, su charlatanería se hacía más evidente. De 1774 a 1782 Casanova añadió a su repertorio el papel de «agente secreto» para la República de Venecia, pero no era un espía sino un informante.
Nuevamente obligado a abandonar Venecia, Casanova comenzó el tercer acto de su comedia sin un centavo y en la carretera. Pero en 1785 obtuvo la protección del conde de Waldstein, en cuyo castillo de Dux (Bohemia) permaneció hasta su muerte en 1798. Allí escribió su célebre Historia de Mi Vida, que terminó con los acontecimientos de 1774, después de los cuales tenía «solo cosas tristes que contar.»Escrita en francés a veces imperfecto, esta obra se mueve rápida y francamente a través de grandes cantidades de detalles personales y sociales. Además de los cuentos de las 122 mujeres cuyos favores afirma haber disfrutado, Casanova ofrece una crónica de la extravagancia y el declive social y una visión de Europa tan compleja y colorida como la figura obscena, elegante, ingenuamente racional, desesperadamente pretenciosa y cómica del propio «Seingalt».
Los escritos de Casanova también incluyen versos galantes misceláneos, varios tratados sobre matemáticas, una refutación en tres volúmenes de la historia del gobierno veneciano de Amelot de la Houssaye (1769), una traducción de la Ilíada (1775), y una novela en cinco volúmenes de aventura fantástica al centro de la tierra, Icosameron (1788).