Pruebas suficientes de estudios clínicos, epidemiológicos y de laboratorio indican que el nivel de colesterol en sangre es un factor de riesgo importante para la enfermedad coronaria y que la disminución de los niveles elevados de colesterol en sangre puede reducir ese riesgo. La hiperlipidemia se puede tratar con éxito en la mayoría de las personas mediante el uso de estrategias de intervención nutricional individualizadas y progresivas. Los enfermeros deben estar adecuadamente educados en técnicas de evaluación dietética, educación nutricional y asesoramiento al paciente para implementar estas estrategias de manera efectiva. Los avances recientes en la intervención nutricional se centran en una serie de fases progresivas para la reducción de grasa en la dieta que interactúan con variables asociadas con las características y el estilo de vida del individuo. El personal de enfermería de todos los entornos atiende a pacientes que requieren intervención para reducir el colesterol sanguíneo elevado. Las enfermeras pueden hacer contribuciones importantes a la terapia en las áreas de detección, educación del paciente, promoción del cambio de comportamiento, monitoreo del cambio dietético y los resultados del paciente, e integración de la intervención nutricional con otras terapias. El aspecto de intervención nutricional de la promoción de la salud es parte integral de la práctica de enfermería.