La historia de las benzodiacepinas

Después de más de 50 años de experiencia con las benzodiacepinas, el sistema de atención médica estadounidense tiene una relación de amor y odio con ellas. En 1955, Leo Sternbach, químico de Hoffmann-La Roche, identificó por casualidad la primera benzodiazepina, el clordiazepóxido (Librium). En 1960, Hoffmann-La Roche lo comercializó como Librium, y buscó modificaciones moleculares para mejorar su actividad. El valium (diazepam) siguió en 1963. Los competidores de Hoffmann-La Roche también comenzaron a buscar análogos. Inicialmente, las benzodiacepinas parecían ser menos tóxicas y menos propensas a causar dependencia que las drogas más antiguas. Una mejora específica fue su falta de depresión respiratoria, un problema de seguridad con los barbitúricos. Los profesionales médicos recibieron las benzodiacepinas con entusiasmo al principio, aumentando su popularidad y la demanda de los pacientes. A mediados y finales de la década de 1970, las benzodiacepinas encabezaban todas las listas de «medicamentos recetados con más frecuencia». Los investigadores tardaron 15 años en asociar las benzodiacepinas y su efecto sobre el ácido gamma-aminobutírico como mecanismo de acción. En la década de 1980, el entusiasmo y la propensión de los médicos a prescribir crearon una nueva preocupación: el espectro del abuso y la dependencia. A medida que se acumulaba información sobre las benzodiacepinas, tanto para aumentar como para condenar, los líderes médicos y los legisladores comenzaron a tomar medidas. El resultado: las benzodiacepinas individuales y toda la clase comenzaron a aparecer en las directrices y en la legislación dando orientación sobre su uso. Al mismo tiempo, los médicos comenzaron a plantear preocupaciones sobre el uso de benzodiacepinas por parte de pacientes de edad avanzada, lo que indica que la respuesta terapéutica más débil de los ancianos y la mayor sensibilidad a los efectos secundarios exigían precaución al recetador. La historia de las benzodiacepinas continúa evolucionando e incluye temas y preocupaciones de hoy en día más allá de los que se hayan anticipado.

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