Coordinador de la Autoridad de la Lista Roja: Andrew T. Smith
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El LSG se constituyó en 1978 y actualmente cuenta con 73 miembros que trabajan en la conservación y el manejo de lagomorfos en todo el mundo.
Declaración de misión. Promover la conservación y el manejo sostenible efectivo de todas las especies de lagomorfo a través de la ciencia, la educación y la promoción.
Acerca de los lagomorfos
El orden Lagomorpha consta de dos familias, Ochotonidae (pikas) y Leporidae (conejos y liebres). Hay aproximadamente 30 especies de pikas en el género Ochotona. Las pikas tienen patas traseras no mucho más largas que sus patas delanteras, son pequeñas (75-300 gramos), tienen orejas redondeadas tan anchas como largas y no tienen cola visible. Los conejos y liebres, por otro lado, tienen patas traseras más largas que sus patas delanteras, son más grandes y tienen orejas largas y visibles. Las 32 especies de liebres (liebres) son los lagomorfos más grandes, tienen las patas traseras y las orejas más largas, y están clasificadas dentro de un solo género, Lepus. Los conejos son los lagomorfos más diversos: aproximadamente 30 especies de conejos se clasifican en 11 géneros, siete de los cuales contienen una sola especie. El grupo más grande de conejos son los algodoncillos del hemisferio Occidental, que se encuentran en el género Sylvilagus.
Si bien existe la idea preconcebida de que todos los lagomorfos «se reproducen como conejos», la realidad es que muchos lagomorfos se encuentran entre los mamíferos más raros y en peligro de extinción (ver Lista Roja). Los lagomorfos con frecuencia desempeñan un papel importante en los ecosistemas: sirven como presa para muchos carnívoros aviares y mamíferos, a menudo son especies clave o ingenieros de ecosistemas que promueven la biodiversidad en ecosistemas selectos, y sirven como animales de caza para los cazadores o fuentes de cosecha sostenible para la población local. Debido a que muchas poblaciones de lagomorfos son susceptibles a epidemias de enfermedades, son modelos de investigación útiles para el estudio de enfermedades en ecosistemas naturales y artificiales. Por último, dado que muchos lagomorfos parecen verse afectados por el calentamiento global, la disminución de sus poblaciones puede ser un presagio temprano del efecto del cambio climático.