Laxante, cualquier medicamento utilizado en el tratamiento del estreñimiento para promover la evacuación de las heces. Los laxantes producen su efecto por varios mecanismos. Los cuatro tipos principales de laxantes incluyen: purgantes salinos, ablandadores fecales, purgantes de contacto y laxantes a granel.
Los purgantes salinos son sales que contienen iones altamente cargados que no cruzan fácilmente las membranas celulares y, por lo tanto, permanecen dentro de la luz, o pasaje, del intestino. Al retener agua a través de fuerzas osmóticas, los purgantes salinos aumentan el volumen del contenido del intestino, estirando el colon y produciendo un estímulo normal para la contracción del músculo, lo que conduce a la defecación. Algunas sales comúnmente utilizadas son sulfato de magnesio( sales de Epsom), hidróxido de magnesio (leche de magnesia), sulfato de sodio (sal de Glauber) y tartrato de sodio y potasio (sal de Rochelle o polvo de Seidlitz).
Los ablandadores fecales no se absorben del tracto gastrointestinal y actúan para aumentar el volumen de las heces. La parafina líquida (aceite mineral) se puede utilizar como aceite en sí o como emulsión blanca. Otros ablandadores fecales tienen una acción detergente que aumenta la penetración de las heces por el agua.
Los purgantes de contacto actúan directamente sobre los músculos del intestino, estimulando las contracciones musculares onduladas (peristaltismo) que provocan la defecación. Este tipo de laxante incluye cáscara, sen, ácido ricinoleico (aceite de ricino) y fenolftaleína. Después del uso regular, su efecto tiende a disminuir, por lo que se necesitan dosis más grandes y más frecuentes hasta que finalmente dejen de ser efectivas. Sin embargo, son útiles cuando se requiere una purga a corto plazo (por ejemplo, antes de una cirugía o después de una enfermedad).