26 Cuando Jesús vio a su madre y al discípulo a quien amaba de pie cerca, le dijo a su madre: «Mujer, he aquí a tu hijo. 27 Entonces dijo al discípulo: «¡He aquí a tu madre!»Y desde esa hora el discípulo la llevó a su propia casa.- Juan 19:26-27 –
Esta semana nuestra iglesia hizo una serie de devociones en Semana Santa. Puedes encontrarlos aquí. Aquí está mi mensaje sobre el tercer dicho de Jesús desde la cruz.Encontrado en Juan 19: 26-27, Jesús le dijo a su madre: «Mujer, he aquí a tu hijo», y a Juan, su discípulo amado, le dijo: «He aquí a tu madre.»
Aunque este versículo muestra cómo Jesús cuida de su madre, hace más que eso. Muestra cómo Jesús está formando una nueva familia de todos los que confiarán en él. Si confías en Cristo, esta es tu familia, una familia que es creada por la fe compartida en Cristo crucificado y Señor resucitado.
El Viernes Santo, nuestra buena noticia se encuentra en este hecho: Jesús murió solo en la cruz, recibiendo en su cuerpo la ira de Dios, para que pasáramos la eternidad junto a él, como hijos perdonados por su sacrificio. A la luz de la pandemia actual de nuestro mundo y su autoaislamiento asociado, esta noticia es sumamente buena. Lo que experimentamos ahora-el aislamiento unos de otros-es lo que Jesús vino a llevarse para todos los que confían en él. Aunque saboreemos la amargura de la enfermedad, la muerte y la distancia, Jesús algún día eliminará todos estos efectos del pecado.
En este Viernes Santo, que nuestros corazones encuentren descanso en Cristo y en su obra terminada. Y que sus palabras a María y a Juan nos enseñen a encontrar un lugar en la familia de Dios, para que por toda la eternidad estemos con él y con todos los que aman la aparición del Hijo de Dios.
Soli Deo Gloria, ds