¿Qué es la Natamicina?

Natural en el suelo como resultado de la fermentación bacteriana, la natamicina, también conocida como Pimaricina, fue descubierta por científicos del DSM hace más de 50 años. Ha estado en el mercado desde 1967 y se utiliza principalmente para la conservación de alimentos y, en muy raras ocasiones, como tratamiento para infecciones fúngicas.

¿Cómo se produce?

La natamicina se produce mediante un cultivo puro de bacterias Streptomyces natalensis siguiendo un proceso de fermentación estrictamente controlado. Después de la extracción, la natamicina se centrifuga, se filtra y se lava para garantizar la pureza y la calidad del producto final. La natamicina está disponible en formulaciones líquidas y en polvo y se vende comercialmente, entre otras, por DSM, bajo la marca Delvo ® Cid.

¿Cómo funciona?

La natamicina protege los alimentos a través de un mecanismo único que se dirige al ergosterol en la pared celular. El ergosterol es un componente básico de levaduras y mohos, que es responsable del transporte intracelular de nutrientes y, por lo tanto, vital para su supervivencia. Como el ergosterol no está presente en las membranas externas de las bacterias, éstas no se ven afectadas.

Es un antibiótico?

En algunas definiciones, la natamicina es un antibiótico y en otras no lo es. La natamicina se llama técnicamente un antibiótico en la conservación de alimentos, ya que puede prevenir el crecimiento de levaduras y mohos, que son organismos vivos (en latín, antibiótico significa contra la vida). Sin embargo, como inhibidor natural del moho, no tiene ningún efecto sobre las bacterias y, por lo tanto, no tiene nada en común con los antibióticos medicinales regulares prescritos para infecciones bacterianas. Por lo tanto, la natamicina no es un antibiótico según la OMS.