¿Qué es la osteocondritis disecante?
La osteocondritis disecante (TOC) es una anomalía en el desarrollo de hueso a partir de cartílago. Como resultado, dentro de articulaciones como el hombro, el codo, la rodilla y el corvejón (tobillo), se puede desarrollar un colgajo de cartílago que causa cojera. El hombro y el codo se ven más afectados. El desarrollo del TOC es secundario a múltiples factores, incluyendo la dieta, la tasa de crecimiento, la genética, el trauma, el desequilibrio hormonal y la arquitectura de las articulaciones.
Como la genética juega un papel importante en el desarrollo del TOC, cualquier paciente diagnosticado con esta afección no debe ser criado. Además, los padres, hermanos o descendientes anteriores de un paciente afectado no deben ser criados.
¿Qué mascotas se ven más afectadas?
La osteocondritis disecante (TOC) ocurre con frecuencia más en razas grandes y gigantes. Las razas más comúnmente afectadas incluyen Labradores Retriever, Golden Retriever y Terranova, así como Perros de Montaña Berneses, Chow Chows, Pastores Alemanes, Mastines, Perros Pastores Ingleses Antiguos, Rottweilers y Caniches Estándar.
En casos como el TOC del hombro, los perros machos se ven más afectados que las hembras.
¿Cómo se diagnostica?
La mayoría de los perros comenzarán a mostrar signos clínicos a partir de los 4 a 7 meses de edad. Se reconoce que la mayoría tiene cojera que empeora con el ejercicio intenso y después de un descanso prolongado. En algunos casos, no se puede determinar una pierna afectada obvia, ya que la osteocondritis disecante se encuentra en ambas extremidades.
Las radiografías suelen ser diagnósticas, pero en los casos más difíciles se pueden utilizar otras pruebas, como la artrografía (radiografías con contraste dentro de la articulación), la tomografía computarizada o la resonancia magnética.
¿Cuál es el tratamiento y el pronóstico?
La cirugía o la artroscopia a menudo serán el tratamiento de elección para la osteocondritis disecante. Los factores que pueden afectar esta decisión incluyen la articulación afectada, el grado de artritis secundaria o si no hay un colgajo de cartílago. El objetivo de la cirugía es recuperar el colgajo de cartílago no saludable y preparar el área donde se desarrolló el colgajo para permitir que se desarrolle un cartílago tipo cicatriz (fibrocartílago).
En el hombro: La cirugía o la artroscopia es el tratamiento de elección. El setenta y cinco por ciento de los pacientes no mostrarán signos de cojera después de la cirugía, el 23 por ciento muestra cojera leve y el 2 por ciento muestra cojera persistente.
En la rodilla: La cirugía está indicada si se reconoce un fragmento grande. Las posibilidades de resolución completa de la cojera son pequeñas.
En el tarso (tobillo): La mayoría de los perros mostrarán una leve mejoría en la cojera inmediatamente después de la cirugía, pero continuarán mostrando algunas anomalías en la marcha una vez que hayan regresado a los niveles de actividad normales.
¿Qué es el cuidado postoperatorio?
Después de la cirugía, se debe restringir a los pacientes al confinamiento con correa durante un mínimo de cuatro semanas. Durante las próximas cuatro semanas, la actividad controlada puede aumentar gradualmente. El tratamiento del dolor con antiinflamatorios no esteroideos generalmente continuará durante los primeros cuatro a siete días después de la cirugía. El tratamiento a largo plazo, independientemente de que se haya realizado o no la cirugía, incluye la restricción de peso, el ejercicio controlado y el tratamiento del dolor, según sea necesario.