Discusión
Litopedión es una palabra griega que significa «niño de piedra». Este evento raro ocurre en el 0,0054% de todas las gestaciones (Ede et al. 2011). La incidencia de embarazos abdominales secundarios es de 1 de cada 11.000 embarazos. Lithopedion se produce en 1,5 a 1,8% de estos casos (Costa et al. 1991; Frayer y Hibbert 1999).
Litopedión describe un feto muerto calcificado intraabdominal. Un litopedión puede ser el resultado de un embarazo abdominal primario, o de una implantación abdominal secundaria después de un aborto tubárico o de la ruptura de un embarazo tubárico o intrauterino. Ocurre cuando un feto extrauterino estéril sobrevive durante más de 3 meses en la cavidad abdominal y escapa al descubrimiento médico junto con una circulación mínima y lenta que invita a la deposición de calcio (Irick et al. 1970; Frayer y Hibbert 1999; Costa et al. 1991). La implantación abdominal secundaria es una de las consecuencias más raras del embarazo de trompas rotas y la formación de litopedión fuera de ella es aún más rara.
La edad de los pacientes en varios informes de casos varió de 23 a 100 años en el momento del diagnóstico (Lachman et al. 2001). La aparición de esta rara afección en una mujer de 20 años en nuestro caso es bastante inusual. El diagnóstico preoperatorio de litopedión se realizó con herramientas de diagnóstico simples que evitaban la necesidad de aparatos costosos y sofisticados. Esto es especialmente gratificante en áreas con escasas instalaciones de diagnóstico donde se reportan estos raros casos de litopedión. La formación y el diagnóstico de litopedión en nuestro caso (Figura 4) se produjeron en menos de 18 meses de duración, ya que la edad gestacional del niño de piedra recuperado supera con creces un período estimado de 8 semanas en el que se supone que se produce la ruptura de las trompas. Por lo tanto, este es el período de diagnóstico más temprano en la literatura, con varios informes de casos que citan el período de retención de 4 a 60 años (Ede et al. 2011). La ruptura de trompas que resultó en un embarazo abdominal secundario es evidente por la rotura en el tubo que se llenó con crecimiento calcificado de tejido coriónico degenerado. Esta evidencia sincrónica de causa y efecto es única en sí misma, lo que la convierte en la primera de su tipo. En vista de la ausencia de salfingitis o adhesión, no se pudo obtener la causa obvia del embarazo ectópico. Sin embargo, los factores que causan infertilidad probablemente podrían imputarse al litopedión en el lado derecho, lo que resulta en una distorsión de la anatomía pélvica que dificulta la captación del óvulo. La extirpación del litopedión restauró la relación tubo-ovárica, lo que dio lugar a la concepción dentro de los 2 meses de la intervención quirúrgica. Se adoptó la salfingectomía como procedimiento de elección, ya que el tubo estaba gravemente dañado. Por lo tanto, la intervención quirúrgica está bien justificada en esta joven en contraste con el enfoque conservador en vista de los largos años de supervivencia que pueden derivarla a varias complicaciones.
Lithopedion después de la extracción.
Una entidad poco frecuente sin embargo, el litopedión no es exento y su diagnóstico no se debe pasar por alto en pacientes jóvenes infértiles donde el período de retención puede ser pequeño con síntomas mínimos y antecedentes obstétricos vagos. La historia adecuada y la fuerte sospecha en estos casos de áreas con acceso limitado a los centros de salud no solo ayudan en el diagnóstico, sino que también pueden evitar las terribles complicaciones que pueden acumularse con el tiempo.