Si su gato tiene caspa que se ve negra, es posible que haya presencia de pulgas. Estos parásitos externos son hematófagos, lo que significa que se alimentan de la sangre de su huésped, a menudo causando irritación severa en el proceso. Como nuestros gatos son escrupulosos en su higiene, si tienen pulgas externas, es común que ingieran estos parásitos a medida que cumplen con su ritual de aseo. Por lo tanto, incluso si no observamos las pulgas a primera vista, es posible que encontremos caspa negra o lo que parecen trozos de arena en el pelaje o la piel debajo.
Podemos tomar una muestra de estas manchas negras en la piel del gato y colocarlas en un papel blanco. Agregue una gota de agua y vea si se fragmenta como sangre seca. Si lo hace, es probable que sea el excremento de pulgas que se compone de sangre digerida. Si tu gato tiene lo que parece caspa negra en cualquier parte de su pelaje, es más probable que no señale la presencia de pulgas.
Para combatir estos insectos desagradables, debemos contactar con nuestro veterinario para recetarle el antiparasitario más adecuado para cada gato. Hay una amplia gama de productos disponibles, pero el veterinario puede tener en cuenta cualquier otro síntoma, así como la salud general del felino. La prevención de pulgas es importante para todos los gatos, incluso si son gatos domésticos. Las pulgas pueden entrar desde el exterior a través de muchos métodos diferentes, especialmente si la casa se comparte con un perro que sale.
Si descubrimos que nuestro gato tiene una infestación aguda, podemos encontrar productos que librarán a su gato de pulgas en cuestión de horas. Sin embargo, es importante saber que estas pulgas son quizás solo la parte visible de una infestación más grande. También puede haber huevos y pupas presentes que no se moverán de la misma manera. Por esta razón, no solo necesitamos tratar al gato, sino cualquier parte de su entorno con el que haya interactuado. Aspire los pisos, los sofás y cualquier lugar por el que hayan pasado. Lave las sábanas, almohadas o mantas que hayan estado usando.
Una vez que nos deshagamos de esta ráfaga de parásitos de nuestro gato, debemos asegurarnos de que no vuelvan. La mejor manera de hacerlo es implementar un programa de desparasitación. Esto ayudará a mantener a raya a las pulgas. Las pulgas pueden causar irritación gracias a la saliva que transmiten durante una mordida. También pueden portar enfermedades, por lo que también se debe llevar a cabo un programa de vacunación adecuado.