El concepto de química ecológica desarrollado en las comunidades empresarial y regulatoria como una evolución natural de las iniciativas de prevención de la contaminación. En nuestros esfuerzos por mejorar la protección de los cultivos, los productos comerciales y los medicamentos, también causamos daños no deseados a nuestro planeta y a los seres humanos.
A mediados del siglo XX, algunos de los efectos negativos a largo plazo de estos avances no podían ignorarse. La contaminación ahogó muchas de las vías fluviales del mundo y la lluvia ácida deterioró la salud de los bosques. Había agujeros mensurables en el ozono de la tierra. Se sospechaba que algunos productos químicos de uso común causaban cáncer humano y otros efectos adversos para la salud humana y ambiental, o estaban directamente relacionados con ellos. Muchos gobiernos comenzaron a regular la generación y eliminación de desechos y emisiones industriales. Los Estados Unidos formaron la Agencia de Protección Ambiental (EPA) en 1970, que se encargó de proteger la salud humana y ambiental a través del establecimiento y la aplicación de regulaciones ambientales.
Green chemistry lleva el mandato de la EPA un paso más allá y crea una nueva realidad para la química y la ingeniería al pedir a químicos e ingenieros que diseñen productos químicos, procesos químicos y productos comerciales de una manera que, como mínimo, evite la creación de tóxicos y desechos.
La química verde no es política. La química verde no es una estratagema de relaciones públicas. La química verde no es una quimera.
Somos capaces de desarrollar procesos químicos y productos ecológicos que evitarán la contaminación en primer lugar. A través de la práctica de la química verde, podemos crear alternativas a las sustancias peligrosas. Podemos diseñar procesos químicos que reduzcan los residuos y la demanda de recursos en disminución. Podemos emplear procesos que utilizan cantidades más pequeñas de energía. Podemos hacer todo esto y seguir manteniendo el crecimiento económico y las oportunidades al tiempo que proporcionamos productos y servicios asequibles a una población mundial en crecimiento.
Este es un campo abierto para la innovación, las nuevas ideas y el progreso revolucionario. Este es el futuro de la química. Esto es química verde.