La escoliosis, también conocida como desviación de la columna vertebral, es una patología bastante frecuente. En estos casos la columna vertebral presenta una curvatura anormal. De esta forma, podemos encontrar columnas desviadas en forma de «C” hacia izquierda o derecha, o columnas con una curvatura en forma de «S”.
¿Qué origina la escoliosis?
Aunque actualmente no se conoce una causa concreta que ocasione la escoliosis, se considera que en la mayoría de los casos esta deriva de problemas óseos, musculares o posturales. Además, puede surgir en cualquier momento de la vida de una persona, siendo lo más normal que empiece a manifestarse en la adolescencia, entre los 10 y 12 años. A estas edades el cuerpo comienza a desarrollarse muy rápidamente, pudiendo llegar a ocasionar problemas en la forma de nuestra columna vertebral. Si ésta aparece a edad muy temprana el pronóstico empeora, puesto que el crecimiento tiende a aumentar la inclinación de la columna vertebral.
¿Cómo la identifico?
Cuando hablamos de escoliosis encontramos ciertos signos o señales como pueden ser:
- La desviación de la columna suele ser visible
- Un desnivel en cuanto a hombros y caderas. Uno puede estar más alto-bajo que otro o estar más adelantado-atrasado.
- Una inclinación del tronco.
- El tórax se deforma por la rotación de las vértebras
- Aparece una giba, por la rotación y deformidad de las costillas.
Además de los síntomas más comunes como son los dolores de espalda o de cabeza, podemos llegar a encontrar en algunos casos incluso dificultad para respirar. Cuanto mayor es el grado de desviación de la columna vertebral (teniendo en cuenta rotación de las vértebras, inclinación lateral y edad de inicio), mayores serán los síntomas y consecuencias que podemos sufrir en el futuro.
Tratamiento y ejercicios para la escoliosis
La escoliosis se puede tratar de diferentes formas según el tipo y grado de desviación que tengamos. En el caso de la fisioterapia podremos ayudar a resolver el problema haciendo que la columna recupere su forma original o bien mitigar los síntomas que produce la desviación. En ocasiones es necesario un tratamiento ortopédico (corsés) o quirúrgico para solucionar la desviación de la columna. Afortunadamente, esto solo ocurre en casos extremos, en los que la curvatura de la columna es demasiado pronunciada.
Con fisioterapia normalmente podemos aliviar los síntomas que produce esa desviación de la columna y controlar su evolución con ejercicios y tratamiento. que fortalezcan la musculatura afectada por la curvatura. En los casos en los que se tiene problemas al respirar, mediante el tratamiento es posible mejorar el funcionamiento de nuestro sistema respiratorio
A continuación, os mostramos algunos de los ejercicios para que os sirvan de ejemplo de lo que podemos realizar para la escoliosis:
- Natación mediante una técnica correcta.
- Ejercicios acuáticos específicos para nuestro tipo de escoliosis.
- Ejercicios de reeducación postural global (RPG).
- Pilates para mejorar el control de la postura y el equilibrio muscular, como los ejercicios mostrados:
- Dorso de gato: Cogemos aire y al soltarlo activamos suelo pélvico y abdomen a la vez que hacemos una «flexión de espalda” adoptando la postura de un gato enfadado. De nuevo cogemos aire y al soltarlo volvemos a la posición inicial.
- Puente de hombros: tumbados con las piernas flexionadas, intentamos crecer desde nuestra cabeza. Cogemos aire y al soltarlo activamos suelo pélvico y abdomen a la vez que subimos vértebra a vértebra hasta que nos quedamos a la altura de los omóplatos.
- Estiramientos para que nos ayuden a relajar los músculos y articulaciones.
Es recomendable que para vuestra recuperación los ejercicios que realicéis os los enseñe y supervise un fisioterapeuta, de esta forma si cometemos algún error nos podrá corregir y así evitar que os hagáis daño o que empeoremos nuestro grado de escoliosis. Si necesitas diagnóstico o tratamiento recuerda que acudimos a tu casa, y después del diagnóstico se elaborará un tratamiento personalizada para cada tipo de escoliosis.
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