Sistema de precios

Sistema de precios, un medio para organizar la actividad económica. Lo hace principalmente coordinando las decisiones de los consumidores, productores y propietarios de recursos productivos. Millones de agentes económicos que no tienen comunicación directa entre sí son guiados por el sistema de precios para satisfacer las necesidades de los demás. En una economía moderna, el sistema de precios permite a un consumidor comprar un producto que nunca antes había comprado, producido por una empresa de cuya existencia desconoce, que opera con fondos parcialmente obtenidos de sus propios ahorros.

Los precios son una expresión del consenso sobre los valores de diferentes cosas, y toda sociedad que permite el intercambio entre personas tiene precios. Debido a que los precios se expresan en términos de un producto básico ampliamente aceptable, permiten una comparación rápida de los valores comparativos de varios productos básicos: si los zapatos cuestan 15 dólares por par y el pan 30 centavos por hogaza, un par de zapatos vale 50 panes. El precio de cualquier cosa es su valor a cambio de una mercancía de amplia aceptación: el precio de un automóvil puede ser de unas 50 onzas de oro o 25 piezas de papel moneda. (Véase también dinero.)

Existe un sistema de precios porque los precios individuales están relacionados entre sí. Si, por ejemplo, las varillas de cobre cuestan 40 centavos la libra y el proceso de convertir una varilla en alambre cuesta 25 centavos la libra, entonces será rentable producir alambre a partir de una varilla de cobre si su precio supera los 65 centavos. Por el contrario, no será rentable producir alambre si su precio cae por debajo de los 65 centavos. La competencia mantendrá el precio del alambre unos 25 centavos por libra por encima del de las varillas. Una variedad de fuerzas económicas de este tipo unen toda la estructura de precios.

El sistema de precios se puede organizar para recompensar o penalizar cualquier tipo de actividad. La sociedad desalienta la producción de máquinas eléctricas para atar los zapatos por el simple recurso de hacer que el precio de venta alcanzable de tal máquina sea menor que los precios de los recursos necesarios para producirla. La sociedad estimula a las personas de gran promesa atlética a aprender golf (en lugar de polo o cricket) al otorgar premios significativos (=precios) a los ganadores de los torneos. El aire en muchas ciudades está sucio porque nadie se cobra un precio por contaminar y nadie puede pagar un precio por haber limpiado.

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