Hay muchos cuentos de viejas cuando se trata de embarazo. Si tiene acidez estomacal, significa que el bebé tendrá mucho cabello. Si el latido del bebé está por debajo de 140, tendrá un niño. Si tienes náuseas y vómitos, no tendrás un aborto espontáneo.
Los dos primeros son mitos. Un estudio reciente sugiere que el último puede ser cierto.
Más de tres cuartas partes de las mujeres informan náuseas con o sin vómitos al comienzo del embarazo. Las náuseas y los vómitos durante el embarazo pueden causar estragos en el bienestar y la calidad de vida de una mujer. Muchos han especulado que las náuseas son una buena señal que indica un embarazo saludable, pero hasta ahora, faltaba evidencia sólida que apoyara esta noción.
Un estudio reciente en Medicina Interna JAMA arroja nueva luz sobre este tema. Este estudio fue poderoso porque las pacientes se inscribieron antes de la concepción y registraron los síntomas de náuseas y vómitos incluso antes de saber que estaban embarazadas. Este diseño de estudio se conoce como cohorte prospectiva previa a la concepción. Las mujeres que participaron en el estudio tuvieron una o dos pérdidas de embarazo previas. Casi dos tercios de las mujeres informaron náuseas a la octava semana de embarazo, y más de una cuarta parte tuvieron náuseas y vómitos. Las náuseas solas o las náuseas con vómitos se asociaron con una reducción del 50% al 75% en el riesgo de pérdida de embarazo.
Las náuseas y los vómitos durante el embarazo a menudo se denominan «náuseas matutinas», pero es mejor denominarlas «náuseas durante todo el día», ya que pueden ocurrir en cualquier momento, incluso por la noche. Por lo general, comienza a las ocho semanas de embarazo y desaparece en el segundo trimestre. Para algunas mujeres desafortunadas, dura varias semanas o meses.
Los cambios en la dieta y el estilo de vida pueden ayudar a aliviarlo. La mayoría de las mujeres consideran que comer tostadas o galletas saladas a primera hora de la mañana, incluso antes de levantarse de la cama, es un buen truco, ya que un estómago vacío empeora las náuseas. Del mismo modo, mordisquear galletas saladas periódicamente, lo que se llama «pastar», beber líquidos y comer comidas pequeñas y frecuentes en lugar de tres comidas grandes también puede ayudar. Se ha demostrado que el jengibre (ginger ale o té hecho de jengibre real, o caramelos de jengibre masticados) alivia las náuseas. Los suplementos de vitamina B6 y la doxilamina, un medicamento que se encuentra en las ayudas para dormir de venta libre, pueden ayudar. Hay disponible un medicamento recetado que combina vitamina B6 y doxilamina. Se ha comprobado que es seguro tomarlos durante el embarazo. Su proveedor de atención médica también puede recomendar medicamentos recetados contra las náuseas si estas medidas no ayudan.
La noticia de que las náuseas y los vómitos son un signo positivo puede proporcionar tranquilidad y ayudar a las mujeres que experimentan estos síntomas difíciles en el embarazo a soportarlos, sabiendo que la luz está al final del túnel.