Tumor de Células Gigantes de las Vainas Tendinosas de los Dedos / Reumatología Clínica

Presentación de un caso clínico

Se trata de un paciente de sexo masculino, de 65 años, sin antecedentes médicos relevantes, al que se consultó por hinchazón indolora en el lado dorsal del quinto dedo de la mano izquierda que había durado 4 años, sin antecedentes de traumatismo. El examen físico confirmó el tumor, elástico a la palpación, con movilidad de los dedos conservada (Fig. 1) Las radiografías simples mostraron un tumor de tejido blando (Fig. 2); la ecografía demostró la misma lesión y la RMN mostró una lesión de 16×10×12 mm de diámetro craneo-caudal, anteroposterior y transversal, no homogénea, con señal hipointensa y loculaciones en T1, predominantemente hiperintensa en T2 y con un realce moderado del contraste (Fig. 3).

el aspecto Clínico del quinto dedo del paciente.
Fig. 1.

Aspecto clínico del quinto dedo del paciente.

(0.13 MB).

radiografía Simple AP (a) y lateral proyecciones (B), con un aumento de la densidad correspondiente a la lesión, con indemnización de las falanges de los tejidos blandos.
Fig. 2.

Radiografía simple AP (A) y proyecciones laterales (B), con aumento de la densidad correspondiente a la lesión, con indemnización del tejido blando falángico.

(0.06 MB).

Axial MRI scanning, showing a hypointense lesion on T1 (A) and hyperintense on T2 (B), with slight enhancement after contrast administration (C).
Fig. 3.

Axial MRI scanning, showing a hypointense lesion on T1 (A) and hyperintense on T2 (B), with slight enhancement after contrast administration (C).

(0.18MB).

Diagnóstico y Evolución

La lesión fue diagnosticado un tumor de células gigantes de la vaina del tendón del quinto dedo y fue eliminado en su totalidad (Fig. 4). Dos años después, la lesión reapareció (Fig. 5) y el paciente fue sometido a cirugía. Actualmente, después de dos años, no se han producido nuevas recurrencias, la movilidad de la articulación interfalángica distal es limitada, aunque la función de la mano del paciente es normal.

Aspecto macroscópico de la lesión, después de la escisión del tejido nodular y de color amarillo parduzco.
Fig. 4.

Aspecto macroscópico de la lesión, después de la escisión del tejido nodular y de color amarillo pardusco.

(0.12 MB).

Lesional de la recurrencia de 2 años después de la resección.
Fig. 5.

Recidiva lesional 2 años después de la resección.

(0.1 MB).

Revisión / discusión

El TCGT de etiología desconocida, excluyendo los ganglios, representa casi la mitad de los tumores de tejido blando de la mano.1 Es común encontrar formas nodulares y se presentan en pacientes de 30-50 años de edad, aunque con un amplio rango de edad, siendo a menudo mujeres (en 55-70% de los casos). Por lo general, se encuentran en el lado volar, el lado laterovolar o los dedos, especialmente en las proximidades de la articulación interfalángica distal, sin preferencia por un dedo en particular.1-6 En cuanto a la lateralidad, la lesión es más común en la mano derecha y en la mano dominante.4,6

El diagnóstico sospechoso de TCGT de la mano se realiza clínicamente y a través de pruebas de imagen complementarias, incluidas radiografías simples y ultrasonido, que generalmente son suficientes, y no se necesita biopsia. Clínicamente, se sospecha cuando se documenta un nódulo de tejido blando solitario que respeta la piel, a menudo es excéntrico, indoloro y de crecimiento lento.1 1-24% de los pacientes reportan algún dolor3, 4, 6, generalmente en combinación con aumento de volumen y, a veces, compromiso neurovascular. El diagnóstico diferencial clínico es extenso. La ecografía identifica una lesión sólida generalmente homogénea, hipo o hiperecoica o, raramente, heterogénea, con aumento de la vascularización en el estudio Doppler, y en relación con la vaina del tendón, con la que no se mueve por esa razón.6-8 También es común encontrar lesiones satélites, y aunque esta lesión podría confundirse con quistes sinoviales rotos, la confusión no tiene importancia terapéutica si se interviene. Entre las imágenes complementarias, la RMN es considerada por algunos como la prueba de imágenes más precisa para el diagnóstico.4,7,8

El tratamiento del TCGT se basa en la extirpación completa de la lesión. La técnica parece más fiable con una gran exposición y con lupas o herramientas microquirúrgicas.6,9 La radioterapia, aunque controvertida, se podría indicar en casos con mayor riesgo de recidiva (lesiones con mitosis, compromiso óseo o resección incompleta). Esto ocurre hasta en el 45% de los casos tratados.

Los autores declaran que han leído y aprobado el manuscrito y que se han cumplido los requisitos para la autoría.

Divulgación ética Protección de sujetos humanos y animales

Los autores declaran que no se realizaron experimentos en seres humanos o animales para este estudio.

Confidencialidad de los datos

Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y al consentimiento informado

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.