Con la trompa de Eustaquio patulosa, las variaciones en la presión de las vías respiratorias superiores asociadas con la respiración se transmiten al oído medio a través de la trompa de Eustaquio. Esto causa una sensación de llenura desagradable en el oído medio y altera la percepción auditiva. Las quejas parecen incluir audición amortiguada y autofonía. Además, la trompa de Eustaquio patulada generalmente se siente seca sin sensación de obstrucción o presión sinusal.
Algunos pacientes con esta afección se ven perturbados por el volumen percibido de su voz, lo que les hace hablar muy silenciosamente. Su propia voz también puede sonar más baja para otras personas, porque la tráquea tiene más volumen cuando la trompa de Eustaquio está abierta. El paciente también puede sonar como si tuviera congestión al hablar. Algunos pacientes pueden tener dificultades en las actividades normales. También pueden experimentar un aumento de la frecuencia respiratoria, como la provocada por la actividad física. El aumento de la actividad no solo aumenta la velocidad y la fuerza de los cambios de presión en las vías respiratorias, que por lo tanto se transmiten con más fuerza al oído medio, sino que también aumenta el flujo sanguíneo a los músculos periféricos, agravando el problema al agotar aún más el fluido extracelular de la trompa de Eustaquio y aumentar la permeabilidad. La combinación puede provocar una exacerbación grave de los síntomas. A menudo se menciona la necesidad de limpiar el oído.
La autofonía (auto audición desde el interior, fuertemente amplificada) parece ser un síntoma común para todos los pacientes con MASCOTAS. Desafortunadamente, su presencia también revela un grado avanzado de permeabilidad, que requiere en la mayoría de los casos manejo quirúrgico. Otros síntomas de la MASCOTA, como tinnitus, llenura y obstrucción de los oídos, también pueden ser reportados por pacientes que sufren de disfunción obstructiva de la ET. Desafortunadamente, este problema de diagnóstico diferencial conduce a algunas cirugías propuestas por cirujanos otorrinolaringólogos bien intencionados pero inexpertos. Algunas de estas cirugías pueden empeorar las cosas.
Al principio, los pacientes escuchan su propia voz o su eco desde el interior. Lo describen como amplificado y desagradable. Los pacientes con frecuencia evitan hablar y se retiran en una soledad creciente. Acostarse con la cabeza hacia abajo puede ayudar, ya que aumenta la presión arterial venosa y la congestión de la mucosa.